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Siguiendo con la importancia de la evaluación, es muy interesante también que sea el propio docente quién realice una autoevaluación de su sesión, para encontrar debilidades y fortalezas de su práctica.
En este sentido, una herramienta muy útil y sencilla es la rúbrica. El profesor puede confeccionar un cuadro donde se marque el objetivo a conseguir y las puntuaciones de los escalones anteriores a esa meta final.
La rúbrica, al igual que la evaluación de los alumnos, debería completarse al finalizar la sesión para poder tener una imagen reciente de la práctica.
Para que sea una herramienta eficaz, el docente debe ser totalmente honesto consigo mismo y con su manera de enseñar, estando dispuesto a autorealizarse una crítica constructiva que le permita mejorar en siguientes sesiones.
Ejemplo de una rúbrica de una sesión de Educación Física |
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